miércoles, 21 de abril de 2010

Dorothy Heigth, una mujer negra...

“… Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: ¡Libres al fin! ¡Libres al fin!..." 
Cuando Martin Luther King repetía, en el ya lejano 28 de agosto del 63, aquello de Tengo Un Sueño en la misma tribuna, junto a él, estaba Dorothy Heigth. Mujer, negra, militante de los derechos civiles hasta su último suspiro. Un ser excepcional y a quien mucha pseudo-feminista que anda suelta por ahí no llega, ni llegará nunca, a la puntera de su zapato. Murió ayer, con unos increíbles y lúcidos 98 años. 
Goian bego.



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