lunes, 10 de diciembre de 2012

Día Internacional de los Derechos Humanos, le dicen...

Un año más. Nada ha cambiado, el mismo mensaje, la misma rabia, puro hartazgo... 

Hoy se cumplen sesenta y cuatro años del día D en que la ONU proclamara con toda solemnidad la Declaración de los Derechos del Hombre, ya me contaréis... O mejor no, que este perro mundo sigue siendo el mismo infierno de entonces, de siempre, para según quién. Y hay millones de según quién. Y suma y sigue…

La hambruna del tercer mundo y del siguiente, los juicios sumarísimos, los periodistas silenciados, las mujeres golpeadas y las muertas a golpes, las tapadas, las lapidadas, las invisibles… los niños sin infancia, los exiliados, los condenados a muerte, los apátridas y los sin papeles, los explotados… los enterrados en la cuneta, los que les aguardan en casa, tantos gobiernos sin vergüenza, el Vaticano sin alma, los refugiados de Tinduf, la Gaza palestina, Darfur, Siria y Haiti, el Sahara ocupado, las guerras con cuartel, los perros de la guerra, los conflictos olvidados... Y hoy, además, los trabajadores sin trabajo, jóvenes y viejos, las familias sin pan, los desahuciados, los sin hogar y sin futuro, perra vida ésta que campa a sus anchas justo ahí, frente a nuestras narices.

El mundo celebra hoy el Día Universal de los Derechos Humanos. Será el que pueda. Y los que no tienen conciencia.




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