viernes, 25 de noviembre de 2016

... y todos tus sueños.

"______  A través de los cristales llegaban las últimas luces de la tarde. Contra la luz, su silueta, oscurecida por el desaliño de la bata de lana, la barba crecida y las ojeras, mostraba la desnuda verdad de los años. Se giró y sus ojos brillaron un momento: -'Te habrá contado Antonio…' 
'Sí…'-

Se había puesto las gafas para mirar el periódico y se las había quitado cuando le hablé de la casa. Me miró fijamente con una mirada por momentos más brillante. Las emociones y los pensamientos le alteraron el cansancio del rostro, pero no dijo nada. Así nos quedamos un rato largo mirándonos a los ojos sin hablarnos. Tenía ya la edad que él tenía cuando habían pasado demasiadas Navidades, y Años Viejos, y Jueves Santo y días del Pilar, y por un instante pude embutirme en la piel de su tristeza, viéndolo allí, envejecido por la barba crecida y blanca, los ojos cansados, las ojeras y la soledad en nuestra casa junto al mar…

Durante muchos años la casa de Almendros Aguilar había sido un doloroso motivo de conversación, pero cada vez más fue siendo una historia que contarle a los hijos y a los nietos, pero era imprescindible no recordar esa mirada de aquella tarde, los dos solos frente a frente con la última luz de la tarde porque no será lo que aún no haya venido, sino lo que ha llegado y ya se ha ido, sino lo que ha llegado y ya se ha ido.”

-La casa de Almendros Aguilar (fragmento)- 












































De aniversario, pues... que cumplas muchos más... ♬ ♪ ♫ ♩
Y todos tus sueños.
💚

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