miércoles, 20 de diciembre de 2023

Jorge Giménez Bech_Jon Agirre II_DV


Fallece el fundador y editor de Alberdania 
Jorge Giménez Bech a los 67 años

Prolífico editor y traductor, en especial de Anjel Lertxundi, Director de Investigación Lingüística del Gobierno Vasco de 2013 a 2017.



Jorge Giménez Bech (Irun, Gipuzkoa, 1956), fundador y editor de la editorial Alberdania, escritor y traductor, ha fallecido este miércoles por la mañana a los 67 años a causa de una enfermedad. Comenzó su carrera como Jefe del Servicio de Euskera del Ayuntamiento de Irun (1984-1993) y dirigió la revista cultural y literaria Plazara hasta que en 1993 fundó la editorial Alberdania junto al escritor y editor Inazio Mujika.

Un año después la editorial publicó 'Otto Pette', de Anjel Lertxundi, avanzando que sería «una obra muy llamativa», ya que estaba situada en la Edad Media con un «lenguaje convincente». Y no le faltó razón a Giménez Bech, pues la obra del escritor oriotarra sigue siendo 30 años después uno de los libros referenciales. Aquella publicación inicio un largo camino en el que Alberdania ha publicado libros de diversos estilos, tanto en euskera como en castellano, desde poesía hasta novela pasando por el ensayo. 


Así, varios escritores tuvieron su primera oportunidad de la mano de la editorial -Andoni Egaña, Iñigo Lamarca o Xabier Azkargorta-, otros muchos han desarrollado su trayectoria con Alberdania como compañera de viaje y muchos escritores de otros idiomas han encontrado voz en euskera a través de la traducción, como Shakespeare, Skvorecky, Carlo Levi, Primo Levi, Agota Kristof, Miguel Torga, Pasolini, Brecht, Zweig, James Joyce o Dylan Thomas.

No son los únicos ámbitos desarrollados por la editorial, que siempre ha intentado ofrecer «un producto de calidad». Por ejemplo, en 1999 y después de que en cinco años el libro 'Kutsizadu bidea, Ixabel' vendiera 40.000 ejemplares Alberdania publicó el CD-Rom. No fue la única idea que en un principio parecía alocada, pues en 2009 se lanzó al mercado del mundo electrónico publicando 35 libros. «Respecto al hermano mayor de papel, que acumula siglos de experiencia, se encuentra todavía en la Edad de Piedra», declaró a este periódico en vísperas de aquella Durangoko Azoka, aunque ya presentía que iba a revolucionar la forma de leer.

Esa iniciativa para llegar a «todo tipo de lectores» tuvo su eco este pasado junio, cuando para celebrar el 30º aniversario Alberdania elaboró y lanzó al mercado 14 audio-libros en euskera en una primera tanda que aunaba libros del fondo de la editorial con algunas de las últimas publicaciones todas con «voces de narradores de primer nivel». En medio, sin embargo, la editorial tuvo que hacer una pausa por la crisis económica de 2013 a 2016. Alberdania volvió a impulsar la literatura aprovechando su 25 aniversario, concretamente con la novela de Maite Darceles 'Bihotzean daramagun mundua'.

Literatura y mucho más

Su relación con la literatura fue mucho más allá que en el papel de mero editor. Giménez Bech desarrolló una trayectoria como traductor que hizo que se le considerara el «traductor de cabecera» de Anjel Lertxundi, del que llevó al castellano los libros 'Itzuliz usu begiak', 'Horma', 'Etxeko hautsa', 'Eskarmentuaren paperak', 'Zoaz infernura, laztana', 'Zorion perfektua' u 'Otto Pette'. También tradujo obras de Inazio Mujika ('Gerezi denbora'), Arantxa Iturbe ('Lehenago zen berandu'), Jokin Muñoz ('Bizia lo' y 'Antzararen bidea') o Aingeru Epaltza ('Lasto sua'), entre otros. Como creador ganó el concurso de cuentos Gabriel Aresti en 1995 en su sección en euskera con el texto 'Trenaren zain' y durante un tiempo fue guionista en programas como 'Goenkale' o 'Zeuk erabaki'.

También fue presidente de la Asociación de Editores Vascos, época en la que defendió y reivindicó que «es el editor quien se tiene que adaptar al lector, y no al revés» o la necesidad de colaboración entre los subsectores del gremio como editores, escritores, traductores, etc. Ocupó el cargo durante 14 años en los que logró normalizar la relación entre el sector y la administración y abogó por «ayudas económicas emancipadoras» y no una política continuada de subvenciones.

Posteriormente, en 2013 fue nombrado Director de Investigación Lingüística y Coordinación de Gobierno Vasco, aunque también colaboró de forma externa y puntual con el equipo de Patxi Baztarrika durante la legislatura de 2005 a 2009, cuando fue un «pilar clave» para conseguir acuerdos de «profundo consenso social y político» para la revitalización del euskera. Participó en el proceso 'Euskara 21', que determinó las políticas lingüísticas de comienzo de siglo. En la segunda legislatura, ya como director, trabajo por el mismo objetivo para «fijar objetivos estratégicos», que luego serecogieron en 'Eta hemendik aurrera zer'.


Miércoles, 20 de diciembre 2023


Jorge Giménez Bech_Jon Agirre_DV

Un apasionado de la literatura que dejó huella sobre todo a nivel personal

Compañeros de profesión y escritores destacan la pasión de Jorge Giménez Bech por la literatura

El fallecimiento de Jorge Giménez Bech ha sido una triste noticia para el mundo de la literatura en euskera. Infatigable defensor de la palabra, muchos han sido quienes han destacado su labor en los últimos 40 años. El escritor y editor Inazio Mujika conoció a Bech a finales de los años 80, cuando este era director de la revista Plazara que publicaba el Ayuntamiento de Irun. 

«Nos juntábamos varios amigos, comenzó a pedirme algunas colaboraciones y poco a poco surgió la idea de fundar una revista. Y mira, al final creamos una editorial», recuerda con cariño.

 Así nació Alberdania, donde durante 20 años trabajaron codo con codo. En esos años vivieron muchas cosas juntos y publicamos muchos libros, pero Mujika destaca por encima de todo el aspecto humano de Giménez Bech. «Es difícil definir a una persona, fue un gran compañero de trabajo del que aprendí muchísimo. Fue un traductor riguroso que amaba y dominaba la palabra, la escrita y aún más la oral». Así, recuerda su gran dialéctica y lo rápido que era en los debates que mantenían.

En la misma época lo conoció Patxi Baztarrika, que destaca que ha sido un compañero cercano a lo largo de cuatro décadas y que su papel fue clave «en el proceso de revitalización» del euskera de 2012 a 2016. «Le tengo mucho que agradecer, era un trabajador infatigable. Y de su faceta personal destacaría que era enemigo del odio, tenía una capacidad fuera de medida para superar el odio. Y era muy discreto».

Misma virtud que ha destacado también Aritz Galarraga, actual editor de Alberdania y que durante los dos últimos años ha colaborado estrechamente con él. Su primer contacto fue como lector y recuerda Alberdania como «un sello de calidad». Posteriormente destaca que ha tenido la suerte de coincidir con él y que le queda la pena de que «nos quedaban muchas conversaciones». «Es pública la sabiduría que tenía Jorge, su presencia, lo versado que era en literatura y este tiempo se me ha hecho muy breve». Subraya su pasión por la literatura más allá de la edición y que le ah ayudado a adentrarse de pleno en el oficio. «Daba el Do de pecho en las presentaciones, era muy bueno defendiendo el libro. Con mucha pasión».

Coincide y suscribe las palabras de Galarraga Olga Serrano, que siempre agradecerá a Giménez Bech que hiciera su sueño realidad. «Leyó mi manuscrito de 'Juguetes de niño sádico' y llamó a mi agente». En ese proceso de edición pudo ver de primera mano su «exquisita profesionalidad» y que era «muy inteligente, fuera de lo común». Asimismo, destaca que a nivel personal era «encantador, muy sobrio pero cercano» y que al entrar a una sala brillaba por su presencia. «Sin estridencias, siempre sereno, generaba una atracción como solo lo pueden hacer los mejores».

También han empleado las redes sociales editoriales como Elkar o Pamiela, que junto a un mensaje para allegados y compañeros de trabajo han querido destacar el trabajo realizado «por el euskera y la cultura vasca»; escritores como Pedro Ugarte, que tuvo a Giménez Bech como editor y del que ha destacado que «nunca dejó que la política contaminara a la cultura, esa es la mayor lección que nos ha dado» o Iban Zaldua, que ha mostrado su tristeza y su «respeto y mucho más» a quien ha considerado «amigo»; editores como Xabier Mendiguren, «una triste noticia. Una gran pérdida para la cultura vasca»; Katakrak, que ha agradecido el trabajo y las visitas que realizaba; o Elhuyar, que ha mostrado su pésame a familiares y ha glosado su trabajo.

Por su parte, la familia de la Asociación de Editores en Lengua Vasca ha querido destacar el gran trabajo que realizó en «representación del libro vasco, en la defensa del libro vasco» durante los 14 años que fue presidente. Asimismo, EIZIE, la asociación de profesionales de la traducción en lengua vasca, ha recordado con cariño que «siempre nos visitaba tras las reuniones» de la Asociación de Editores en Lengua Vasca, «siempre atento y dispuesto a una charla distendida». Tampoco ha dejado pasar la ocasión para destacar la aportación de Giménez Bech, socio desde 1994, y que fue un colaborador muy significativo en la colección de Literatura Universal con 52 traducciones, una «especialmente querida»: 'Berbelitzenak', texto escrito por Anjel Lertxundi y que tradujo Giménez Bech para el número 20 de la revista Senez.

________ Jon Agirre


Miércoles, 20 de diciembre 2023