Las niñas buenas de la Compañía de María, Irun, hace mil años. Uniforme azul, insignia y calcetines blancos, día de fiesta... txintxo-txintxoak...
Unos pocos años después, cambio de uniforme y de look. Y ni por ésas, que la monja que me colocó el botón de la camisa y el gancho en el pelo hizo lo que pudo la pobre mujer.
A la ama no le gustaba nada esta foto, Ay! esos pelos... decía, pero al aita le encantaba...