viernes, 14 de mayo de 2010

Una ikurrina hincada en la cima del mundo






















¡Cómo pasa el tiempo! Lo recuerdo como si fuera ayer... Martin Zabaleta, vasco de Hernani, haciendo cumbre en el Everest y aquella ikurrina hincada en la nieve de la cima del mundo. Después de la frustrada "Expedición Tximist" del año 74 -que en mi casa se vivió de una manera muy especial- ese 14 de mayo del 80 nos supo a gloria. Y a ansias de libertad.  Lo juro, yo no puedo resumir lo que sentí de otra manera... 

Hoy, treinta años después, la alta montaña se ha profesionalizado. O prostituido, en opinión de algunos. Pero me reconcilio con ella recordando la hazaña de Zabaleta y el resto de la expedición, renovando mis deseos de una Euskadi libre y en paz. Y lo haré, todas las veces, todas las cimas que hagan falta por altas que éstas sean.