No entiendo nada sobre el tema aunque debo confesaros que el flamenco es algo que siempre me ha inquietado, dicho en el sentido más íntimo del término, como si algo revoloteara en mi oído... me revuelve, me hace sentir, me conmueve... Y luego el lenguaje propio que se gasta, a mí que me gusta más un revoloteo de hojas de enciclopedias imposibles que el de los volantes de una falde flamenca, no son tan diferentes tampoco... mecer el tercio, brillar el duende, siguiriyas, soleá, por bulerías, pelear el cante, hondo quejío, universo jondo, acompañar al toque y ni sé cuantos giros y requiebros más... cómo me gustan sus formas y sus metáforas, ese jugar con la emoción y las palabras... De manera que cómo no querer entender, sentirlo es sólo una quimera, eso que dicen 'el misterio'... En fin, sólo sé que, en ocasiones, escuchar tocar o cantar a según quién me emociona profundamente.Todo esto viene a cuento de que hoy es 2 de julio, o sea, ya es 2 de julio, el tiempo vuela...y de algo que ahora leo, un escrito sin mayor historia y que ya tiene unos cuentos años. Hagamops cuentas de la fecha y de mis recuerdos en papel...
Haciendo cuentas, hoy se cumplen 33 años de la muerte de quien, dicen, ha sido uno de los más grandes cantaores de la historia del flamenco, José Monje Cruz, Camarón de la Isla. Y cuando una tiene la suerte de conocer a quien, dicen también, ha escrito la mejor biografía del cantaor -ni sé ya la de ediciones que lleva- cada cosa encuentra su sitio.
Será que un buen libro es el puente perfecto para transitar del arte a las emociones, será que hay mucho arte en la voz y en la forma de hacer de Camarón o será que las emociones no se discuten. Pero, sobre todo, antes que nada, hay que saber contar lo que no tiene discusión.
Hoy va por ti, Enrique, porque sí, porque te admiro y porque te quiero. Por todo, por tanto, por tantos... Que el arte, como emocionarse, como el amor, no sabe de geografía, fechas, credo ni banderas.
'Camarón. Vida y muerte del cante.'
-Enrique Montiel-
