Merece la pena, vaya que sí... digo sentarse al borde de un muelle cualquiera, de una bahía cualquiera, no importa dónde, si cerca, si no, no importa, importa con quién...
Y cuando sea que no, que no se pueda, guardemos más próximo aún a quien no podemos sentar a nuestro lado, dentro, muy dentro... sí, justo ahí, donde tú sabes...
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