Las cumbres de Aiako Harria son el último coup de force de los Pirineos antes
de hundirse en el Cantábrico. Tal parece que un escalofrío de agua erizase su piedra recortando contra el cielo una
estrella de tres puntas y en caída libre hacia la bahía.
En este txoko del Señor y
la diosa Mari de los
vascos viejos hay un trozo del Pirineo que huele a mar, salitre y yodo. Este
txoko del Señor y mis etxegoyen viejos es, sencillamente, un privilegio...
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