miércoles, 20 de diciembre de 2023

Jorge Giménez Bech_Jon Agirre_DV

Un apasionado de la literatura que dejó huella sobre todo a nivel personal

Compañeros de profesión y escritores destacan la pasión de Jorge Giménez Bech por la literatura

El fallecimiento de Jorge Giménez Bech ha sido una triste noticia para el mundo de la literatura en euskera. Infatigable defensor de la palabra, muchos han sido quienes han destacado su labor en los últimos 40 años. El escritor y editor Inazio Mujika conoció a Bech a finales de los años 80, cuando este era director de la revista Plazara que publicaba el Ayuntamiento de Irun. 

«Nos juntábamos varios amigos, comenzó a pedirme algunas colaboraciones y poco a poco surgió la idea de fundar una revista. Y mira, al final creamos una editorial», recuerda con cariño.

 Así nació Alberdania, donde durante 20 años trabajaron codo con codo. En esos años vivieron muchas cosas juntos y publicamos muchos libros, pero Mujika destaca por encima de todo el aspecto humano de Giménez Bech. «Es difícil definir a una persona, fue un gran compañero de trabajo del que aprendí muchísimo. Fue un traductor riguroso que amaba y dominaba la palabra, la escrita y aún más la oral». Así, recuerda su gran dialéctica y lo rápido que era en los debates que mantenían.

En la misma época lo conoció Patxi Baztarrika, que destaca que ha sido un compañero cercano a lo largo de cuatro décadas y que su papel fue clave «en el proceso de revitalización» del euskera de 2012 a 2016. «Le tengo mucho que agradecer, era un trabajador infatigable. Y de su faceta personal destacaría que era enemigo del odio, tenía una capacidad fuera de medida para superar el odio. Y era muy discreto».

Misma virtud que ha destacado también Aritz Galarraga, actual editor de Alberdania y que durante los dos últimos años ha colaborado estrechamente con él. Su primer contacto fue como lector y recuerda Alberdania como «un sello de calidad». Posteriormente destaca que ha tenido la suerte de coincidir con él y que le queda la pena de que «nos quedaban muchas conversaciones». «Es pública la sabiduría que tenía Jorge, su presencia, lo versado que era en literatura y este tiempo se me ha hecho muy breve». Subraya su pasión por la literatura más allá de la edición y que le ah ayudado a adentrarse de pleno en el oficio. «Daba el Do de pecho en las presentaciones, era muy bueno defendiendo el libro. Con mucha pasión».

Coincide y suscribe las palabras de Galarraga Olga Serrano, que siempre agradecerá a Giménez Bech que hiciera su sueño realidad. «Leyó mi manuscrito de 'Juguetes de niño sádico' y llamó a mi agente». En ese proceso de edición pudo ver de primera mano su «exquisita profesionalidad» y que era «muy inteligente, fuera de lo común». Asimismo, destaca que a nivel personal era «encantador, muy sobrio pero cercano» y que al entrar a una sala brillaba por su presencia. «Sin estridencias, siempre sereno, generaba una atracción como solo lo pueden hacer los mejores».

También han empleado las redes sociales editoriales como Elkar o Pamiela, que junto a un mensaje para allegados y compañeros de trabajo han querido destacar el trabajo realizado «por el euskera y la cultura vasca»; escritores como Pedro Ugarte, que tuvo a Giménez Bech como editor y del que ha destacado que «nunca dejó que la política contaminara a la cultura, esa es la mayor lección que nos ha dado» o Iban Zaldua, que ha mostrado su tristeza y su «respeto y mucho más» a quien ha considerado «amigo»; editores como Xabier Mendiguren, «una triste noticia. Una gran pérdida para la cultura vasca»; Katakrak, que ha agradecido el trabajo y las visitas que realizaba; o Elhuyar, que ha mostrado su pésame a familiares y ha glosado su trabajo.

Por su parte, la familia de la Asociación de Editores en Lengua Vasca ha querido destacar el gran trabajo que realizó en «representación del libro vasco, en la defensa del libro vasco» durante los 14 años que fue presidente. Asimismo, EIZIE, la asociación de profesionales de la traducción en lengua vasca, ha recordado con cariño que «siempre nos visitaba tras las reuniones» de la Asociación de Editores en Lengua Vasca, «siempre atento y dispuesto a una charla distendida». Tampoco ha dejado pasar la ocasión para destacar la aportación de Giménez Bech, socio desde 1994, y que fue un colaborador muy significativo en la colección de Literatura Universal con 52 traducciones, una «especialmente querida»: 'Berbelitzenak', texto escrito por Anjel Lertxundi y que tradujo Giménez Bech para el número 20 de la revista Senez.

________ Jon Agirre


Miércoles, 20 de diciembre 2023