Hace
años que conozco a Xabier, hace muchos años, tantos ya que ambos hemos llegado
a los cincuenta casi a la vez y sin enterarnos. Y cincuentones y de buen ver
nos vemos embarcados en un mismo proyecto que mira, desde el corazón de nuestro
batzoki, a nuestro ayuntamiento. Y está siendo una experiencia apasionante, las
cosas como son. Será que confío en la gente que va de cara, que no se arruga
ante las dificultades y que es capaz de liderar un equipo siendo uno más entre
los otros. Para eso se necesita mucho cuajo pero del bueno, de ése que dicen
humildad y que no abunda por estos lares. Por los de la política, digo. Y no
sabéis cómo se agradece.
Ése es
Xabier Iridoy Olaizola, un tío currante y decidido y en el que se puede confiar. Y yo, estoy con él.
Incondicionalmente.
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