sábado, 4 de marzo de 2023

1996 03 04_ Doral Trabadelo' Ramón... Ohore! Abertzale, jelkide, ertzaina, laguna... ❤🤍💚

IRUN / 4 de marzo de 1996__2021ko martxoaren 4a / IRUN

_________ Tenía algo urgente por rematar en el despacho. Era lunes, si no recuerdo mal, y me dejé caer por ahí casi de amanecida. A eso de las nueve de la mañana, tal vez un poco antes, un golpe sordo, seco, tremendo, sacudió tras de mi el grueso cristal de la ventana. Y lo que hace la inconsciencia del momento... Digo que salí de inmediato al balcón que daba a Cipriano Larrañaga y recuerdo que pensé "cómo huele a humo" para el poco humo que había, y entonces lo vi... Vi un coche oscuro justo debajo de mí, con las puertas y el capó abiertos, deslizándose hacia el fondo de la calle, hacia el murete de las vías del topo, y gente que comenzaba a asomar, con cara de asombro, de portales y ventanas. Agentes de la policía nacional, que no tardaron un minuto en aparecer, bajaban corriendo hacia nosotros desde la Plaza del Ensanche, alguno ordenaba imperioso que volviéramos dentro y esperáramos bajadas las persianas. No tenían ninguna duda de que había sido un atentado, yo tampoco, entonces ya no... Al poco rato, un compañero del Ayuntamiento me llamó por teléfono confirmando tan sólo que se trataba de un ertzaina que vivía en las cercanías. Se me paró el corazón, mi primo Jaime, mi hermano, lo era. La casa de su niñez y la mía, la de mis tios, en el Paseo de Colón, y que él frecuentaba casi a diario, se ubicaba enfrente de mi despacho al otro lado del patio de manzana. Recordé entonces el color oscuro del coche reventado, el de Jaime era rojo. Suspiré de alivio y comencé a respirar de nuevo pero con pocas ganas, sin fuerza. No me comunicaron que se trataba de Montxo hasta un par de horas después, y me sentí morir. Cuando llamé a mi tía Maite por segunda vez en la mañana, para decirle ahora que el ertzaina asesinado era Montxo, se le desgarró la voz... recordaré ese momento y el sonido gutural de su respiración y cómo colgó el teléfono suave, lentamente y en silencio, mientras viva... La tía Maite quería a esa familia con locura, toda la vida puerta con puerta, desde que en una se instalaron los Sagarzazu y los Gaztelumendi en la otra. Montxo no era Jaime, no, pero en ese momento, como si lo fuera... y su alma jeltzale recogida en el mismo batzoki que yo, y su niño pequeño en la misma guardería que el mío... casi veinte años de cercanía y confidencias... De ahí que cuando me confirmaron que la víctima del atentado era él me sentí morir dos veces: primero, porque había respirado aliviada cuando supe que no era Jaime y después, de pura culpabilidad, precisamente por haberlo hecho. Que ETA había atentando contra mi amigo Montxo Doral haciendo estallar una bomba lapa bajo su coche justo bajo el ventanal de mi despacho...

Lo evacuaron del lugar, seguía con vida, murió al cabo de unas horas en el hospital. ETA había asesinado a un hombre íntegro, en plena juventud, alegre como un cascabel, tozudo y fuerte como un roble, abertzale hasta la médula, jeltzale pues, Jeldike.
Las horas siguientes fueron frenéticas a pesar de la insufrible lentitud con la que transcurría el tiempo... la capilla ardiente en la Ertzain-Etxea de Irun, el abrazo interminable con Xabier Gezala a la entrada de la sala, llevaba horas velándolo junto a Mikel Uribe, enteros pero inconsolables los dos... el entierro en Blaya con una Idoia Sagarzazu, amigas desde niñas, rompiendo el silencio con su voz entrecortada pero firme entonando el Eusko Gudariak, el funeral en la parroquia del Juncal y los bertsok de Joseba Egibar... la concentración silenciosa en su memoria, Ardanza entero, Atutxa también pero, conociéndolo, con Joseba Goikoetxea en su cabeza, y a todos los asesinados por ETA en su cabeza y en su corazón... Aldaya y José Antonio Ortega permanecían secuestrados, la tensión se mascaba como un envenenado regaliz negro como el odio... negrura, hastío, impotencia, rabia apenas contenida... Y en medio de todo ello una indecente Herri Batasuna escupiendo sobre la memoria de los muertos, de los secuestrados, de los amenazados, y empezaba a tocar hacerlo también sobre la dignidad de la Ertzaintza.
HB difundió un comunicado de prensa -todavía lo guardo, que conviene recordar a quien presume de lo que no es, de dónde venimos unos y otros- en el que defendía el atentado contra Montxo señalando que "esta acción es consecuencia de la actuación represiva de la Ertzaintza contra los independentistas" (sic)... acusaron a Xabier Arzalluz -presidente del EBB- y a Juanmari Atutxa -Consejero de Interior del Gobierno Vasco- de "ser ellos, y no otros, los culpables de la muerte de Ramón Doral" (sic) y de estar conduciendo a la Ertzaintza "a un camino absurdo, irracional y alejado de cualquier ética democrática" (sic). La misma jauria que, unos años después, miró igualmente para otro lado cuando ETA asesinaba en Leaburu a uno de los dos ertzainak que hoy velaban el cadaver de su amigo y honraban al compañero asesinado en Irun, nuestra casa... indecentes cobardes hijosdeputa...
Me he preguntado muchas veces, el tiempo vuela, si los sucesivos herederos de aquella HB llegarían alguna vez a pensar distinto y, actuando en consecuencia, alejarse de la cobardía de sus 'mayores'. Hoy, 27 años después, nuevas siglas, mismos andares: 'tenemos que recuperar a ese cuerpo policial y llevarlo a donde queríamos llevarlo hace 40 años', Arnaldo dixit, 'la Ertzaintza está lejos de ser una policía democrática', Rodriguez dixit... y entre medias zipayos, asesinos, zapaltzaileak, torturadores... Aunque se esfuercen en negarlo -poquito- o disimulen -si disimulan, que no siempre-, la única respuesta en relación a los crímenes de ETA, al reconocimiento de sus victimas y del dolor causado, que los ilustres de la Izquierda Abertzale -sean viejos conocidos o rostros de nuevo cuño- siguen ofreciendo a esta sociedad, arrogantes, jactanciosos y a la menor oportunidad, es que todavía hoy siguen donde estaban. Pues bien, nunca olvidemos que esto es, precisamente, lo que hace más evidente y descarada su flagrante derrota. Porque en el caso de Montxo y de tantos otros, cierto, los asesinaron, pero ni aún así pudieron con ellos, con él...
Doral Trabaledo' Ramón, Ertzaina... Ohore!
Ene lagun maitea, beti, betirako, nere bihotzean...
Lux Aeterna

Beti JELpean
🤍💚