Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina, um amigo
Em cada rosto, igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto, igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola, a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
🌺🌺🌺
25 de abril de 1974
__ Ésta es la madrugada que yo esperaba,
el día inicial entero y limpio
en que emergimos de la noche y del silencio
y libres habitamos la sustancia del tiempo...
-Sophia de Mello-
Algunos dicen que sí, otros sólo que a saber... Pero hay pequeñas historias que, de puro bonito, deberían ser verdad así, sencillamente...
Ella, Celeste Caerio, camarera, llegaba a su trabajo. Aquel día se cumplía un año desde la apertura del restaurante en 1933 Celeste Martins Caeiro. Con motivo de la celebración, pensaron en regalar un clavel a la mujeres y un Oporto para los hombres, pero el local no llegó a abrir debido a las incipientes revueltas. Para que no se marchitaran, invitaron a los empleados a llevarse las flores. Ella se hizo con un ramo de claveles blancos y rojos. De camino a casa, pasó por la Plaza del Rossio y se encontro con un grupo de militares...
- ¿Tiene un cigarrillo?
- Lo siento no tengo. No fumo, nunca fumé.
Miró a si alrededor y no había ninguna tienda. Dijo al soldado 'sólo tengo flores' y le ofreció un clavel rojo. Él lo cogió y lo puso en su fusil. Les ofreció otro, lo aceptaron. Y luego otro, y luego otro, y así tantas veces como flores tenía el ramo. Las floristas, a lo largo del día, continuaron con el reparto...
Dicen que ese gesto de una jovencísima Celeste, dio nombre a la revolución, dicen... Lo que sí sabemos seguro es que los soldados portugueses, y el pueblo al que servían, enarbolaron ese día, 24 de abril de 1971, claveles y libertad.
