"_______ Fueron cuatro los segundos que pasaron hasta que pude encontrarte entre los rostros congelados y pasó una eternidad al mirarte y contemplar en tus ojos reflejada mi mirada. Y hoy bendigo las razones casuales por las que decidiste elegir mi banco para esperar, para encontrar... Fue tu roce, fue tu aroma, despertando mis hormonas, lo que me obligó a cerrar la mente y respirar, y controlar la activación. Y mi razón se convirtió en buscarte entre las calles, en los parques, tiendas, bares; en sonrisas y destellos de cristal... Quien siguió la consiguió y esta historia comenzó a brillar ... Y buen día te atreviste a confesarme que tenías tanto miedo a que yo supiera de tu realidad, y no comprendes… Que no es tu signo positivo el que invierte en conflictivo las cosas del querer. Que eres tu quien me revuelve, que eres tu quien me enamora, tú quien me convierte en la mejor persona ... Y si tengo que gritarte lo que siento: Te digo que te quiero con tu suerte, con tu mierda, con pasado, con presente, con o sin enfermedad Y tú no ves que quiero seguir comiéndote a besos..."
Y es que el miedo que yo tengo es simplemente no poder saborearte lo suficiente, es dejarte escapar, es vivir sin apostar por quien juega con la mano más potente. Son tus ojos, no tu sangre, los que rastrean mi cama, cada noche y cada día al despertar... Y es tu sexo, no tu sangre, el que se adentra protegido entre los huecos más oscuros de mi intimidad, y no comprendes... Que es tu risa, no tu sangre, quien contagia de alegría las esquinas, los rincones de mi vida... Que eres tú, que no es tu sangre, quien invade de felicidad mis días..."
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